Al llegar por primera vez a Valencia en plan de turista,
así como lo hice yo hace varios años, el edificio del Banco de Valencia aparece inesperadamente, atrae la mirada y sorprende. Debe ser por su ubicación,
o por su original arquitectura o por sus colores potenciados por la luz tan blanca de Valencia… No lo
sé…
Lo que sé, es que aparece como una gran sonrisa en la mitad de la Calle de
las Barcas.
Realmente, no está en la mitad de la calle, sino en la esquina de la calle del Pintor Sorolla con calle de Don Juan de Austria.
Algún tiempo intente asociar esta imagen con algo conocido, algún
lugar similar o un edificio de estilo
parecido pero no lo logre hasta que un día, lo entendí. Con lo único que puedo
asociarlo es con los valencianos, con sus tradiciones, con sus colores, con sus
jóvenes, llenos de alegría y esperanza.
Es la misma sonrisa… en la mitad de la
calle.
Últimamente, el tema “los banco” es de los temas más abordados a diario.
Entre los protagonistas, se encuentra también, el Banco de
Valencia.
Quise saber algo más
sobre este banco, que desde hace más de 100 años hace parte de la vida de
Valencia, participando en el desarrollo económico y social de las tierras
valencianas.
Como institución, el Banco de Valencia se constituyo en
1900, cuando Valencia contaba con 200.000 habitantes y se enfrentaba a retos
muy diversos. Se estableció en la parte baja de una finca de la calle,
entonces, Peris y Valero (hoy calle de la Paz), esquina a la del Torno de San Cristóbal.
Posteriormente , entre 1928 y 1942, se ubico en la actual calle de Correos
Publicidad del Banco, 1910
Anuncio publicitario, diseño modernista-1909
La segunda sede central del Banco
La tercera sede, el actual edificio del Banco de Valencia, considerado el más
significativo del neobarroco regionalista valenciano, muestra el cambio radical
que experimenta la arquitectura pública en Valencia, tras la Guerra Civil.
Según la Guia de Arquitectura de Valencia" CTAV
2007, en 1931, el Banco de Valencia compra un estratégico solar donde se
habían iniciado obras de acuerdo con un proyecto neobarroco de grandes
dimensiones, destinado íntegramente a oficinas y despachos, que los arquitectos
J. Goerlich y C. Borso habían redactado, en 1929.
Situado en la confluencia de las calles de las Barcas,
Pintor Sorolla, Juan de Austria y Pascual y Genís, se considero un lugar
privilegiado de la ciudad, no sólo por su céntrica ubicación, sino por la
perspectiva que ofrece desde la Plaza del Ayuntamiento.
Anteriormente, alla estaba la Farmacia Morera.
Calle de las Barcas, 1915
Calle Pintor Sorolla
Calle de las Barcas, vista desde el futuro emplazamiento del Banco
Calle de las Barcas, posguerra.
Farmacia de la Morera
En 1934, con un ambiente ciudadano más favorable a la
arquitectura moderna, J. Goerlich y A. Gómez Davó presentan al nuevo
propietario dos nuevas propuestas,una de ella,inspirada en la novedosa obra del norteamericano F.
Ll. Wright.
Javier Göerlich
Ninguna de ellas saldría adelante. Los promotores prefieren una
solución más regionalista y casticista, propia de la nueva tendencia
desencadenada en España tras la Guerra Civil. Querían un edificio monumental,
con arquitectura de carácter clásico valenciano y elementos de la propia
cultura.
De acuerdo con estos intereses, J. Goerlich, ahora con F.
Almenar, firma en 1935 el proyecto que siete años después sería dado por concluido,
tras adaptarse en la década de 1940 a nuevos intereses estilísticos, retóricos
y casticistas, defendidos por los arquitectos responsables de la ejecución de
las obras, V. Traver y A. Gómez Davó.
El día 24 de julio de 1942, tuvo lugar la inauguración de la
nueva sede central del Banco de Valencia en el edificio que hoy conocemos, que
por su altura, durante muchos años destacaba en el conjunto urbano y que tendría desde entonces un carácter emblemático para la entidad y para la ciudad
levantina.
Banco de Valencia, años ´40
Calle de las Barcas, años ´50
En octubre del 1957, las inundaciones por el desbordamiento
del rio Turia tuvieron trágicas consecuencias para Valencia y llevaron a
repercusiones económicas y políticas importantes. Las instalaciones del banco sufrieron
también el efecto de las inundaciones, ya que la aguas alcanzaron 2.7 metros
sobre el nivel del pavimento.
La riada en Valencia, año 1957
Banco de Valencia, después de la riada de 1957
Actualmente, el Banco de Valencia, como entidad, pasa por una grave
crisis, como muchos otros bancos pero el edificio continua firme, con su original belleza, como… una gran sonrisa, en la mitad de la calle.
Siempre aprendemos algo cuando pasamos por este blog.
ResponderEliminarMuy interesante ver como se desarrolló la historia del edificio y la viejas fotografías.
Nos gustaba mucho también el primer proyecto más Art Deco.
Un saludo
Gracias ! Me alegra mucho que mi blog tiene alguna utilidad.
ResponderEliminarEs verdad, el proyecto de diseño Art Deco es espectacular pero el construido, creo que es más acertado en el contexto urbanístico real y logra un contraste sorprendente.
Si vienes a conocer Valencia, al verlo, lo entenderás.
Saludos.