Hoy, me he despedido de mi jardín y sus hermosas flores.
Eran MIS FLORES...
Hay momentos cuando sentimos
que debemos despedirnos de un
lugar. El lugar, que a veces llamamos nuestro lugar, puede ser distinto del que
sentimos como nuestro lugar. El uno es algo físico, material mientras que en el
otro, se relaciona con nuestra parte espiritual. Pocas veces los dos conceptos
se presentan simultáneamente pero siempre, sabemos que es algo temporal. Lo
ocupamos por un tiempo con nuestras vidas y finalmente, llega el momento de dejarlo.
La despedida entre
personas no siempre es fácil. A veces no se hace o se resume a un
simple acto social, algo formal y otras veces es algo improvisado en el último
momento. Puede ser con o sin lágrimas, con o sin sonrisas, con o sin flores, las
flores sacrificadas para la ocasión.
En cambio, la despedida de un lugar implica otro tipo de
sensaciones. Es algo íntimo y personal, es la sensación que dejaras algo de ti
en aquel lugar, un fragmento de tu vida y te llevaras aquellos recuerdos que lograron iluminar tu existencia
por un instante pero con el tiempo, se borraran de la memoria.
Marga, me ha parecido un conmovedor homenaje a tus plantas, el iviscus (no se si lo he escrito bien)me trae también los recuerdos de un lugar que abandonamos, me trae los recuerdos de mi madre, de una madre mas joven que tenía flores por doquier. Yo observab los insectos en ellas o a los gorriones posarse cuando no me descubrian atisbando tras las ventanas. Te marchas Marga y por lo que cuentas, tus plantas se quedarán allí..., pero bueno, siempre tenemos que dejar algo en cada viaje que iniciamos.
ResponderEliminarLas plantas y todos los seres vivos somos parte de la naturaleza y seguimos nuestro viaje, ganando con cada cambio y en cada nuevo lugar.
EliminarProbablemente,la vida de estas planta se acortara y serán reemplazadas por una ridícula piscina... "C'est la vie !"
Bebe ser duro dejar atrás un vergel, quiero entender que para mejor, así que ánimo y no olvides nunca, que siempre sirve para algo haber vivido cualquier momento.
ResponderEliminarUn saludo Marga... y al toro ;)
Gracias Tapestry ! Seguro que es para mejor: menos trabajo. De las plantas del Jardín del Turia se ocupan otros y yo, las disfrutaré !
EliminarSaludos !
No se que decirte.
ResponderEliminarComo dices seguro que es para mejor ;-)
Un beso
Susana
Por ahora, creo que es lo mejor (la ilusión de un comienzo...).El tiempo lo dirá.
EliminarBss.
A ver, Marga, que nos hemos desconectado unos días y nos encontramos esto por sorpresa...¿Te mudas? ¿Terminaste la reforma?
ResponderEliminarEntiendo que te dé lástima abandonar un jardín así (Las fotografías son preciosas, y qué sooolll)pero seguro que de todos modos enseguida vas a estar muy contenta. Nosotros tenemos tantas "ganísimas" de mudarnos que no vemos el día...(y va para largo)
Un abrazo grande (y ánimo)
Si!!! Casi está la famosa reforma, casi me mudo...Que alegría !... pero todavía, no. El final de una reforma no es para tanta alegría; aparecen tantos problemas... pero paciencia!
EliminarEl jardín, por ahora, se quedara con su amigo, el briliante Sol, a la espera de un "nuevo amo".
Un fuerte abrazo
Te entiendo Marga, es difícil despedirse de algunas cosas, cuando las sentimos realmente parte de nuestra vida. Yo hace un par de años me despedí también de un lugar, y todavía hoy podría recorrerlo con los ojos cerrados, me acuerdo de cientos de detalles, pequeños, cosas insignificantes que imagino seguirán allí.
ResponderEliminarSeguro que el cambio traerá cosas muy buenas a tu vida. Y es cierto, un jadin o terraza son maravillosos, pero dan MUCHO trabajo.
Un abrazo
Así es Julia. Probablemente, las imágenes de ciertos lugares quedarán en la memoria como antiguas fotos guardadas en la caja de los buenos recuerdos.
EliminarAbrazos !