Actualmente, Linda Rodin, a sus 65 años de edad, es considerada como primera figura
en el mundo del estilismo.
Comenzó su carrera como modelo en la década de 1960. Después
de varios años de modelaje en Italia, regresó a Nueva York y siguió en la
brecha, llegando al máximo nivel.
Linda Rodin, 1975
Durante 40 años de actividad, ha hecho
de todo: ha tenido una tienda (de las primeras que abrieron en el SoHo, en los
años setenta), ha sido diseñadora, estilista en Henri Bendel, ha trabajado para
Harper’s Bazaar en los 80, ha colaborado
con fotógrafos como R. Avedon , Peter Lindbergh o Herb Ritts y ha vestido a las estrellas más importantes
de las últimas décadas.
Últimamente, por
lo que más se le conoce es por ser la estilista de cabecera de Victoria’s
Secret y también, la fundadora de la marca de cosméticos Rodin Olio Lusso.
Linda Rodin vive desde hace más de 20 años, en un peculiar
apartamento en Chelsea, en un tercer piso de un soleado edificio neoyorquino.
La decoración de su casa, considerada de estilo ecléctico y bohemio, es bastante original. El apartamento está lleno de objetos de todo el mundo, adquiridos
en los mercados de pulgas o tiendas de antigüedades y cada pieza tiene su
historia.
En el salón, encima de un largo mueble vintage, hay un gabinete francés, dorado, del
siglo XVIII, con una colección de antiguas botellas de perfumes. En el
suelo, una alcancía Piggy de Harry Allen y algunas de las fotos de su amplia
colección.
En frente, el sofá francés en chenilla azul, cubierto con una manta en crochet y en la pared, hay varias pinturas de su colección de arte: tres de Hugo Guinness y otra Slonem . La
mesita de latón con una cuerda y borlas, la encontró en la feria de antigüedades
de la ciudad.
Entre las muchas cosas que Linda colecciona, las conchas
marinas encontradas durante sus viajes,
a través de los años, decoran varias zonas
de la casa.
Justo a la entrada en el salón, Linda tiene su rincón de
trabajo: "una oficina en un
armario"
Linda posee numerosas pinturas y una impresionante colección
de fotografías. Una de sus piezas favoritas es una pintura de gran tamaño, realizada por un estudiante del renombrado pintor mexicano José Clemente Orozco
.
En el dormitorio, encima de la cama, hay un retrato de su
madre quien era diseñadora de interiores y dueña de una tienda de antigüedades.
En un antiguo mueble de color azul-agua están expuesta varias conchas de mar.
A cada lado de la cama, hay una alfombra tejidas a mano en un centro de arte de California que apoya a artistas discapacitados.
Encima de la cómoda: bolsos, cajas, frascos…
En la cocina, la pieza más importante es un gran mueble que
procede de una antigua barbería de India. En un armario pintado de blanco, están
expuestas las más preciadas de sus conchas.
El baño también, está lleno de hallazgos
peculiares .Parece que las conchas le gustan tanto, que hasta el asiento de
inodoro está decorados con ellos.
En relación con su afición de adquirir diversos objetos y decorar su casa con ellos, Linda
dice:
Soy sencilla pero me gusta mirar cosas. Me encanta mirar
todo.
Hay un millón de cosas que quiero, pero no podía tener. En
ese caso, le tomo una foto, a veces, imprimo la imagen y ya no necesito
tenerla. Es lo bonito de todas estas
cámaras digitales y teléfonos móviles e impresoras. Puedes tenerlo todo. Que sea absolutamente demasiado.. Es
ridículo, pero eso no me detiene. ... No me siento culpable por tener muchas
cosas porque con mi tiempo hago otras cosas que son significativas.
… no me importa lo que cueste, no es que yo puedo comprar
algo por $ 10,000! Yo compro cosas que cuestan 3 céntimos en un mercado de
pulgas. ... Me despierto en la mañana y estoy feliz porque tengo todo lo que
quiero ver.
Amo los mercados de pulgas. Prefiero ir a un mercado de
pulgas que a Barney, ya que me parece más interesante...
Muchas cosas. Muchas.
ResponderEliminarYo también atesoro multitud de objetos, pero ella me supera con creces.
Hasta para mi sería demasiado.
Hay algunos elementos preciosos (el mueble de laca de la primera foto, la descalzadora, la chaise longue, el cuadro de Orozco,..) y otros no tanto.
Para gustos, los colores.
Abrazos!!
Es verdad, demasiadas cosas; algunas, bonitas pero muchas, bastante kitsch…
EliminarViendo la casa de Linda ya no me siento tan “culpable” por acumular una multitud de objetos (también…) y tampoco por preferir el mercado de las pulgas, a las tiendas chic.
Se dice que la belleza expresada en la casa donde vivimos refleja quien somos, nuestra esencia. El sutil proceso de auto-conocimiento y desarrollo personal se puede materializar en nuestras casas y al contrario, una casa donde nos rodeamos de cosas que nos producen alegría y armonía puede tener un efecto benéfico.
Un abrazo!!