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jueves, 16 de mayo de 2013

La casa de LINDA RODIN



Actualmente, Linda Rodin, a sus 65 años de edad, es considerada como primera figura en el mundo del estilismo.
Comenzó su carrera como modelo en la década de 1960. Después de varios años de modelaje en Italia, regresó a Nueva York y siguió en la brecha, llegando al máximo nivel.

Linda Rodin, 1975

Durante  40 años de actividad, ha hecho de todo: ha tenido una tienda (de las primeras que abrieron en el SoHo, en los años setenta), ha sido diseñadora, estilista en Henri Bendel, ha trabajado para Harper’s Bazaar en los 80,  ha colaborado con fotógrafos como  R. Avedon ,  Peter Lindbergh o  Herb Ritts  y ha vestido a las estrellas más importantes de las últimas décadas.
Últimamente, por lo que más se le conoce es por ser la estilista de cabecera de Victoria’s Secret y también, la fundadora de la marca de cosméticos Rodin Olio Lusso.

Linda Rodin vive desde hace más de 20 años, en un peculiar apartamento en Chelsea, en un tercer piso de un soleado edificio neoyorquino.
La decoración de su casa, considerada de estilo ecléctico y bohemio, es bastante  original. El apartamento está lleno de objetos de todo el mundo, adquiridos en los mercados de pulgas o tiendas de antigüedades y cada pieza tiene su historia.


En el salón, encima de un largo mueble vintage, hay un gabinete francés, dorado, del siglo XVIII, con una colección de antiguas botellas de perfumes. En el suelo, una alcancía Piggy de Harry Allen y algunas de las fotos de su amplia colección.



En frente, el sofá francés en chenilla azul, cubierto con una manta en crochet y en la pared, hay varias pinturas de su colección de arte: tres de Hugo Guinness y otra Slonem . La mesita de latón con una cuerda y borlas, la encontró en la feria de antigüedades de la ciudad.





Entre las muchas cosas que Linda colecciona, las conchas marinas encontradas  durante sus viajes, a través de los años, decoran varias zonas  de la casa.
Justo a la entrada en el salón, Linda tiene su rincón de trabajo:  "una oficina en un armario"






Linda posee numerosas pinturas y una impresionante colección de fotografías. Una de sus piezas favoritas es una pintura de gran tamaño, realizada por un estudiante del renombrado pintor mexicano José Clemente Orozco .


En el dormitorio, encima de la cama, hay un retrato de su madre quien era diseñadora de interiores y dueña de una tienda de antigüedades.
En un antiguo mueble de color azul-agua están expuesta varias conchas de mar.
A cada lado de la cama, hay una alfombra tejidas a mano  en un centro de arte  de California que apoya a artistas discapacitados.
Encima de la cómoda: bolsos, cajas, frascos…







En la cocina, la pieza más importante es un gran mueble que procede de una antigua barbería de India. En un armario pintado de blanco, están expuestas las más preciadas de sus conchas.





El baño también, está lleno de hallazgos peculiares .Parece que las conchas le gustan tanto, que hasta el asiento de inodoro está decorados con ellos.




En relación con su afición de adquirir diversos objetos y decorar su casa con ellos, Linda dice:

Soy sencilla pero me gusta mirar cosas. Me encanta mirar todo.
Hay un millón de cosas que quiero, pero no podía tener. En ese caso, le tomo una foto, a veces, imprimo la imagen y ya no necesito tenerla. Es lo bonito de  todas estas cámaras digitales y teléfonos móviles e impresoras. Puedes tenerlo  todo. Que sea absolutamente demasiado.. Es ridículo, pero eso no me detiene. ... No me siento culpable por tener muchas cosas porque con mi tiempo hago otras cosas que son significativas.
… no me importa lo que cueste, no es que yo puedo comprar algo por $ 10,000! Yo compro cosas que cuestan 3 céntimos en un mercado de pulgas. ... Me despierto en la mañana y estoy feliz porque tengo todo lo que quiero ver.
Amo los mercados de pulgas. Prefiero ir a un mercado de pulgas que a Barney, ya que me parece más interesante...







2 comentarios:

  1. Muchas cosas. Muchas.
    Yo también atesoro multitud de objetos, pero ella me supera con creces.
    Hasta para mi sería demasiado.
    Hay algunos elementos preciosos (el mueble de laca de la primera foto, la descalzadora, la chaise longue, el cuadro de Orozco,..) y otros no tanto.
    Para gustos, los colores.

    Abrazos!!

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    Respuestas
    1. Es verdad, demasiadas cosas; algunas, bonitas pero muchas, bastante kitsch…
      Viendo la casa de Linda ya no me siento tan “culpable” por acumular una multitud de objetos (también…) y tampoco por preferir el mercado de las pulgas, a las tiendas chic.
      Se dice que la belleza expresada en la casa donde vivimos refleja quien somos, nuestra esencia. El sutil proceso de auto-conocimiento y desarrollo personal se puede materializar en nuestras casas y al contrario, una casa donde nos rodeamos de cosas que nos producen alegría y armonía puede tener un efecto benéfico.
      Un abrazo!!

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