En la decoración de hoy, ecléctica y como dicen algunos,
“democrática”, un maniquí puede situarse en cualquier rincón, dándole originalidad
al ambiente.
No importa su tamaño, ni su antigüedad, ni su uso anterior.
Puede proceder de un antiguo taller de modistería, de un escaparate o de una
tienda, pero al incluirlo en la decoración de una vivienda, se transforma en un
objeto con mucha personalidad.
Muchas veces, se le otorga un papel funcional y
casi siempre se la da un nombre propio… hace parte de la familia, es “uno más”
de la casa.
No termino de verlo, Marga. El maniquí es como un torso ciego, no es una escultura, no es una pintura, tampoco es una herramienta "al uso". Pero bueno, es mi opinión, no obstante de quedarme con alguna de las fotos me quedo con esa en la que los maniquies decoran la escalera.
ResponderEliminarHoy, parece que además de los objetos de arte convencional, podemos decorar también con objetos que inicialmente fueron elaborados para el uso industrial, técnico o para un determinado oficio. Muchas veces son antiguos objetos que han perdido su valor funcional pero por su diseño original y su significado histórico, tienen otro valor, el de objeto decorativo. A veces pueden tener algún “papel” funcional en casa.
EliminarMi viejo maniquí sirve para lucir un antiguo mantón en un rincón del dormitorio pero también, lo uso para tomar fotos para mi tienda.
Gracias por tu comentario !
Abrazos!!
Un objeto que realmente da mucho juego en a la hora de decorar, pero que a mí personalmente me causaría cierta inquietud. Sobre todo en habitaciones con luz escasa, jajajaja.
ResponderEliminarA pesar de todo, las fotografías que nos propones como ejemplos son muy acertadas, desde luego.
Abrazos,Marga!!
Tienes razón, Enrique. Al principio, un maniquí en casa da una sensación “rara”, sientes que alguien te está vigilando pero a poco tiempo te acostumbras y lo aceptas dentro del conjunto familiar; es el testigo mudo de todo lo que pasa…
EliminarAbrazos !!!