Cuando en
la decoración actual encontramos piezas consideradas de “estilo
industrial”, seguramente nos recuerdas ciertos objetos que tuvimos cerca, en alguna etapa del pasado. En muchas de las
imágenes publicadas en Pinterest o en algún blog de decoración, aparecen estos objetos, dándole al respectivo ambiente
un toque de estilo industrial y siempre sugiriendo la gran utilidad de estas
piezas.
En algunas épocas de la vida, durante la etapa de formación, en la escuela o la universidad y también después, en los sitios de prácticas o de trabajo, siempre se encontraban este tipo de muebles metálicos: escritorios, archivadores o el típico locker, pero hoy, los encontramos en muchas de las viviendas modernas.
Los locker-es personales, de colores indefinidos, presentes en instituciones en general
publicas, estaban organizados en un espacio considerado privado. Durante un determinado
periodo guardaban algo nuestro, los pequeños objetos personales sin gran valor
económico pero de mucha importancia para
cada uno. Aquel locker era el único rincón “personal”, siempre bajo llave, como una caja fuerte, en
un espacio compartido por una multitud de personas.
Cuando
llegaba el momento de dejar el sitio, para seguir otra ruta de la vida, se debía
vaciar y abandonar aquel mueble metálico,
que por un tiempo fue considerado propio. Sin una razón lógica, aparecía la
triste sensación que se experimenta al abandonar un rincón único y personal, similar a la que se siente al dejar una casa donde se ha vivido por un tiempo. Debido a estas despedidas, probablemente se conserva el recuerdo del monótono mueble
metálico.
Hoy, según
las “tendencias actuales” en la decoración, se nos permite tener en las viviendas este tipo de
mobiliario. Los que somos de gustos algo extraños y nos rodeamos de objetos poco comunes, viviendo en una especie de “bazar sentimental”,
siempre preferimos algún mueble cargado de recuerdos a los modernos y corrientes.
Hace poco
tiempo descubrí es Bogotá el sitio perfecto para encontrar un mueble así. En
una antigua casa roja, situada en el
conocido barrio llamado Chapinero, hay una tienda y un taller, bajo el nombre de “El comercio del usado “. Es una tienda especializada en muebles de
oficina que son restaurados en el taller del segundo piso, según las preferencias del
comprador . El propietario, una persona muy amable, siempre está dispuesto a
escuchar con paciencia y entender lo que está buscando su cliente. Los precios,
son razonable y la calidad del trabajo de restauración es excelente.
Próximamente, al estar en casa los muebles elegidos allá y que por ahora se están restaurando, publicaré las fotos.
Continuación (hoy, 21 de noviembre 2014):
Del archivador metálico gris, de la última foto, y su pareja, pintados de negro, resultó mi nuevo escritorio...
Próximamente, al estar en casa los muebles elegidos allá y que por ahora se están restaurando, publicaré las fotos.
Continuación (hoy, 21 de noviembre 2014):
Del archivador metálico gris, de la última foto, y su pareja, pintados de negro, resultó mi nuevo escritorio...
Una opción decorativa arriesgada, Marga.
ResponderEliminarPero, a juzgar por las imágenes que pones, resulta muy atractiva.
Abrazos!!
Si me descuido me salto la entrada. Jejeje
Creo que más que arriesgada, puede resultar muy útil y funcional. No lo sé exactamente… Cuando tendré alguno de estos muebles en casa, veras las fotos y me dirás…
EliminarFeliz finde...!!!
(No te puedes saltar ninguna entrada, ya que eres el único que hace los comentarios... jajaja)
Bonitas imágenes.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias! Me alegro que te gusten.
EliminarBienvenida a mi blog
Un saludo!.