La caricatura, en su sentido moderno, se dice que se inicia en Italia ( Bolonia), a finales del siglo XVI, pero la caricatura política nace en
Inglaterra, hacia 1770, cuando este genero se emplea como un arma de defensa
contra quienes manejaban asuntos de Estado. Desde entonces, ha sido un medio de
ridiculizar instituciones y situaciones sociales, políticas o religiosas, con una
intención satírica más que humorística.
Durante la Gran Guerra iniciada en 1914, las caricaturas
estaban presentes en casi todas las publicaciones que relataban el evento, acompañadas por
interesantes artículos sobre el tema.
EL HUMORISMO Y LA GUERRA
CARICATURAS DE AYER Y EPISODIOS DE HOY
Publicado en la Revista LA ESFERA, numero 38, del 19 de Septiembre, 1914
Autor: Silvio LAGO
Dice Shelley en su Defensa
de la poesía, hablando de los poetas:
«Los poetas, de acuerdo con las
circunstancias de edad y nación en que han aparecido, se llamaron en las primeras
épocas del mundo legisladores ó profetas. Un poeta comprende y une
esencialmente esos dos caracteres, porque no sólo contempla el presente,
intensamente, tal como es, y descubre aquellas leyes en concordancia con las
cuales deben ordenarse las cosas presentes, sino que contempla en el presente
el futuro y sus pensamientos son los gérmenes de la flor y del fruto, de los últimos
tiempos».
Esto que el gran poeta inglés afirmaba de sus compañeros de
ensueño y de quimera, podría afirmarse también de los caricaturistas. Don de
profecía tienen sus lápices y así como adivinan en las personas ó en los
acontecimientos el rasgo característico ó el episodio que los resuma, así
también adivinan y presienten la vida futura.
En más de una ocasión nos ha sorprendido hojeando periódicos
viejos, el presentimiento, entonces, de hechos contemporáneos ahora. Diríase
que el caricaturista posee, como los magos, sacerdotes y sibilas de las
antiguas teogonías, secretos incomprensibles é inextricables para los hombres
de su época.
No es de hoy esta cualidad de la caricatura -entre otras
muchas admirables que colocan el arte humorístico por encima de todos los demás—.
Sin retroceder demasiado, recordemos la famosa Pérdida del juego suizo del año 1499 que anticipó el porvenir en lo
referente á las ambiciones de Luis XII respecto de Nápóles.
Ahora, por ejemplo, examinando varias caricaturas publicadas
en periódicos de todo el mundo, hace siete años, con motivo de la última
Conferencia de la Paz, vemos asombrados hasta qué punto los autores de ellas
supieron profetizar sucesos de este año de desgracia de 1914.
Entre las que reproducimos hay alemanas, francesas,
inglesas, italianas, holandesas y yanquis...
Comentemos brevemente algunas de ellas.
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MARTE (aprovechando
el momento en que las potencias discuten la Paz universal),
- Ahora ha llegado
el momento de acercarme a la tierra y ver cómo viven sus habitantes
(Lustige Blätter de Berlín)
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LA PAZ. –
¿Me permites, querida amiga, que te corte la garras?
EL AGUILA
GERMÁNICA.- Muchas gracias; prefiero tenerlas bien largas.
(Puck, de
Nueva York)
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Lo que resalta á flor de mirada es la oposición alemana á la
paz, y el orgullo altivo de su ejército. Mientras las demás naciones seguían el
rumbo que pretendía señalar el Zar de Rusia, Alemania respondía sonando sus armas
irguiendo las águilas de su casco y ofeciendo al sol su coraza resplandeciente.
En el Punch de
Londres, la Paz quiere cortar las garras al águila
germánica y el águila se opone alegando que
prefiere tenerlas bien largas.
En L´Assiette au
beurre se ve al Emperador Guillermo
arengando á sus tropas y recomendándoles
la guerra, mientras las demás naciones trabajan por la paz.
En Le Rire (de París también) el soldado alemán responde á
tres potencias europeas que no está dispuesto á limitar sus armamentos, sino á
aumentarlos.
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GUILLERMO
II. - ¡Soldados! Ya sabéis que en La Haya todas las potencias
se reúnen para proclamar
la Paz universal.
Vosotros estad siempre dispuestos á…. la guerra (L´Assiette
au beurre, de París)
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EL ALEMÁN.
- ¿De manera que se trata de disminuir los armamentos?..
Bueno; en este caso,
nosotros…los aumentaremos. (Le Rire,
de París)
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Acaso en esta diferencia de criterio se vea la razón de la derrota
francesa y del triunfo alemán. De nada sirve que una nación prefiera la
prosperidad de sus aspectos pacíficos á la de los bélicos si el enemigo opina
lo contrario. Además es curioso observar que en esta caricatura están juntas
Francia, Inglaterra y Rusia, sola Alemania, y en último término, sin intervenir
en la discusión, Italia. ¿No es acaso una profecía este dibujo?
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Nuevamente se presenta a Europa la Triple Alianza; pero hay que presentarla bajo fanal porque es demasiado frágil (Simplicissimus, de Munich) |
También lo era el del Simplicissimus,
de Munich, referente á la Triple Alianza. Sobre una peana rota y debajo de un
fanal están Austria, Alemania e Italia. «Así hay que presentar á Europa la Triple
Alianza porque es demasiado frágil», dice la leyenda del dibujo.
Tan frágil que, ya lo veis, apenas ha sido preciso entrar en
lucha, se ha roto. Lógicamente había de ser así. Las diferencias de raza no
pueden borrarse nunca. Esto puede ser un aviso para los que en nuestra nación
hablan de alianzas germánicas, para los que, fuera de España, confían en la
intervención japonesa.
Y, á propósito; también un caricaturista supo adivinar esta
intervención del Oriente en las luchas occidentales. Ved esa caricatura del Fischietto italiano. Las cuatro naciones
hoy en guerra: Francia, Alemania, Inglaterra y Rusia (Austria ya sabemos que es
sólo el pretexto) se ven detenidas por Asia que las ofrece su casa para luchar
y les ofrece, además, ser «lo más desagradable posible». ¿Acaso la declaración
de guerra del Japón contra Alemania no significa eso mismo? Ofreciéndose á
Rusia, apoderándose de posesiones germánicas, adquiriendo para lo futuro el
derecho á intervenir en las discusiones y rencillas europeas, el Oriente tal
vez procura algo más que un altruista deseo de castigar el orgullo alemán. Y
este algo no puede ser muy agradable para Europa.
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- Salud, amigos de la Paz... en Europa. Si tantas ganas tenéis de pelearos, tenéis mi casa a vuestra disposición y procuraré seros lo más desagradable posible (Fischietto, de Turín) |
Veamos ahora otros aspectos.
En el Puck, de Nueva York, el Emperador ruso invita á
Francia á que envaine su espada y le acompañe al Congreso de la Paz. Francia se
niega: «Que me devuelva Alemania Alsacia y la Lorena, y entonces,
veremos»—responde.
Es la obsesión francesa, su idea fija desde «la débacle».
Alemania lo sabía. Sabía que apenas se iniciara la guerra, Francia correría á
reconquistar la Alsacia y la Lorena y descuidaría la defensa de otras
fronteras. Porque en esta guerra, el aspecto romántico, sentimental, pleno de
simpatías á nuestra raza latina, es el de Francia.
En el Lustige Blätter,
de Berlín, un diplomático lee á los demás la aprobación de un artículo del
Convenio. Según este artículo «la destrucción de una flota será una
descortesía». Es Alemania la que habla; Alemania cuyo poderío naval no es, ni
mucho menos, el de su ejército terrestre. ¿Y á quién se dirige? Es bien claro:
á Inglaterra, la nación que puede destruir la flota germánica y que pone la
corrección y la «cortesía» por encima de todo.
Finalmente, esa caricatura holandesa donde se le niega á
Cristo la entrada en la Conferencia de la Paz no puede ser más cruelmente
representativa. Tú no puedes entrar en ese Palacio, porque no representas á
ningún ejército. Tu Ejército, Señor, es de los hombres humildes, y estos
hombres no llevan armas, no necesitan poner diques y fronteras á sus odios,
porque no sienten odio, sino amor. Pero no es bastante ese grupo de hombres,
puros de corazón, que te siguen. Cada vez es más pequeño, cada vez te abandonan
más de ellos y van á engrosar las filas de los que ponen frente á tu lema:
«Amaos los unos á los otros», el de: «Mataos los unos á los otros».
Los ilustradores satíricos siempre han sido muy lúcidos a la hora de interpretar los sucesos que les rodeaban. Tanto en política, que es el caso que ocupa esta entrada, como en temas más banales como sociedad, moda o deportes.
ResponderEliminarAdemás sus dibujos son absolutamente encantadores. De los que presentas me ha gustado especialmente el trazo del que firma como Pourriol. He visto otros muchos dibujos suyos gracias a sanGoogle y me declaro fan incondicional de este ilustrador.
Abrazos, Marga!!
Así es. En las publicaciones de aquella época, la ilustración jugaba un papel muy importante y tenía mucho encanto, seguramente debido al talento y a la pasión de sus autores por transmitir lo más representativo. Lo lograban y C. Pourriol es un buen ejemplo.
EliminarAbrazos!!!