miércoles, 9 de enero de 2013

BAL MASQUÉ

 Bal Masqué, Leo Rauth,1911

Las fiestas de disfraces tienen una larga historia y según algunos, sus orígenes se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años. Se celebraba en todos los pueblos de la antigüedad: en la antigua Grecia,  en la época del Imperio Romano, e incluso en el teatro japonés.
A comienzos de la Edad Media, este tipo de celebración pública denominada  Carnaval, se asocia con el catolicismo y  tiene lugar antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año). La etimología la propuso  la Iglesia Católica: del latín vulgar carne-levare, que significa 'abandonar la carne'.

El Carnaval contra la Cuaresma, Brueghel el joven (XVII)


Los BAILES DE MASCARAS o bal masqué,  donde los participantes disfrazados utilizan una máscara, aparecieron  en el siglo XV. Se organizaban para la temporada de Carnaval pero  cada vez más, se incluían en la celebración de eventos de la vida de corte medieval. Eran eventos complejos con danzas elaboradas, a menudo alegóricas, llevadas a cabo por miembros de las clases sociales superiores, la nobleza.

Baile de mascaras, Luis Paret y Alcázar, 1767

En el siglo XVI, durante el Renacimiento, los bailes de máscaras llegan a ser un poco más populares y en Italia se extendieron hasta festividades públicas con disfraces. La mayor fama la adquirieron los asociadas con la tradición del Carnaval de Venecia. Se volvieron populares a lo largo de Europa continental en los siglos XVII y XVIII, y posteriormente, en América.

Carnaval, August von Voorden, 1881-1921

Los bailes de máscaras y  los carnavales permitían cierto descontrol con resultados fatales y en  ocasiones,  sirvieron  para guardar el incógnito y gozar de impunidad en venganzas y conspiraciones.
Así, en 1393, en Paris, durante la celebración de la boda de una dama de honor de la reina de Carlos VI,  fue llevado a cabo un baile con disfraces, el llamado Bal des Ardents. El rey y otros cinco miembros de su séquito se vistieron de sátiros con ropas altamente inflamable,s hechas de brea y lino. El acercamiento de una antorcha hizo que los bailarines se incendiaran. Cuatro de los hombres murieron y el rey Carlos se salvó.  Se dice que Edgar Allan Poe se inspiró en este episodio para su  relato corto "Hop-Frog".

Le Bal des Ardents, Jean Froissart, 1450-1480

Más tarde, Gustavo III de Suecia, fue asesinado en un baile de máscaras – evento que inspiró a Giuseppe Verdi para la ópera Un Ballo in Maschera.

Suite d'un bal masqué, Jean- Léon Gérôme, 1857

En España, las fiestas de disfraces  se celebraban en tiempo de los romanos,  durante la dominación de los árabes y a su expulsión y fueron prohibidas en 1523, por Cárlos I.
En 1767, Cárlos III permitió que volviesen las máscaras, y se introdujeron en el teatro los bailes.

Baile de mascaras, Francisco Goya, Ca. 1808-1820

Salida de un baile de mascaras,  José García Ramos, 1905 

En febrero de 1891, el Círculo de Bellas Artes  de Madrid inicia los Bailes de Máscaras, considerada hoy, la actividad  más antigua de su historia. Como actividad artística relacionada, anualmente, celebraba el  concurso de carteles para elegir  el que iba a ser la imagen del respectivo año. El primer ganador fue el pintor valenciano Cecilio Plá en 1892.

Cartel premiado, Cecilio Plá, 1892

En esta época y para el principio del siglo XX , los Bailes de Mascaras eran tema constante en el arte gráfico: revistas ilustradas con dibujos y grabados, carteles o invitaciones. 

Grabado siglo XIX 







Publicación 1932
Las publicaciones de la época anunciaba los eventos y presentaban las tendencias en la moda de los disfraces. 


 Revista Ilustración Española y Americana, 1892


MODA de Disfraces infantiles, Traje rusa, Evelyn Holl, “La muchacha del Volga”1932




Durante los eventos, publicaban fotografías de las actividades especiales y de los numerosos concursos organizados.

1913, San Sebastián.- Grupo de niños que asistieron al baile infantil organizado por la Cámara de Comercio y efectuado con gran brillantez en el Hotel Reina Cristina.Foto: LECUONA

1913, Valencia, Primer Premio de máscaras en grupo

1913, León – Señoritas de la buena sociedad leonesa que asistieron al baile de trajes efectuado en los salones del Sr. Sanz. Foto: GARCIA

1917, Barcelona. Aspecto del Paseo de Garcia durante el festival.


1917,“Ni en el Japón”, coche propiedad de los Sres. Rodriguez Gamarra, que obtuvo el primer premio en el Concurso de Carnaval, celebrado en Madrid. Foto: CAMPÚA

1917, Luisa Puchol, del Teatro la Eslava, que obtuvo el primer premio de disfraces en el baile de mascaras del Circulo de Bellas Artes. Foto: KAULAK





Con la Guerra Civil, los Bailes de Máscaras y los mismos Carnavales fueron prohibidos. Posteriormente,  las fiestas de disfraces se reiniciaron y el Circulo de Bellas Artes  volvió  a organizar los Bailes de Mascaras desde 1984 pero nunca alcanzaron la importancia y el alcance social como en sus épocas doradas.

Hoy, ya no existen estos Bailes de Máscaras, estos grandes eventos llenos de fantasía, con su ambiente mágico y misterioso y sus originales espectáculos artísticos, donde los participantes lucían vestuarios  de excepcional originalidad y calidad, donde la noche entera era para bailar con la sensualidad y la libertad que permite un baile de máscaras.
Existes los eventos públicos como el Carnaval en la calle, de día, con trajes a menudo de mala calidad que probablemente, no generan el mismo tipo de sueño o estado de ánimo.