Anoche, se estrenó la octava temporada del Palau de les Arts
en Valencia.
Se intentó presentar “La Traviata” de Verdi, según la producción
del director alemán Willy Decker ,pero resultó una increíble parodia. Muchos
aplaudieron y las publicaciones periodísticas de hoy, maquillaron bastante bien
el ridículo incidente.
Hace varios años, la producción de Willy Decker, presentada en
los más importantes teatros de ópera del mundo,
fue considerada como una interpretación sorprendentemente diferente de
la ópera. Unos la consideraron como algo
novedoso, intemporal y sensacional, mientras que otros la calificaron como
indignante eurobasura.
Cuentan que en el otoño de 1852, cuando Verdi decidió que su
siguiente ópera “La Traviata”, inspirada
en “La dama de las camelias” de Alexandre Dumas, sería una historia de amor entre una prostituta de alto nivel y un joven
caballero burgués, escribió a un amigo que la obra era "un soggetto
dell'epoca" - "un tema del momento", "un tema de nuestro
tiempo".
Desde entonces, parece que la Traviata fue representada
según la época cuando fue creada. En nuestra época, hemos conocido los dos extremos:
la producción de Franco Zeffirelli que
en el Metropolitan , en 1989, recibió muchas críticas, por su “excesiva
ornamentación que dificultaba localizar
a los personajes, y seguir su drama” y
más reciente, la producción minimalista de Willy Decker, que se presentó en el
Festival de Salzburgo en 2005. Esta última, conocida por el popular DVD
protagonizada por Anna Netrebko y Rolando Villazón, hace parte de los tantos intentos de nuestro
tiempos por alcanzar la originalidad y con ella, el éxito.
El
tenor Ivan Magrí y la Soprano Nuccio, en un ensayo (foto Las Provincias)
Lo que sucedió anoche en el Palau de les Arts de
Valencia es difícil de describir y de entender… No tengo fotos ni grabaciones
y parece que si existen imágenes, nadie las publica.Pronto algunos de los entendidos de la ópera, allá presentes, lo harán y seguramente elogiando la improvisación y justificando el incidente...
Desde el inicio, por megafonía se anunció que el tenor siciliano Ivan Magri, tenía “una inflamación de las cervicales” (no de las "verticales", como aparece en algunos periódicos...) pero actuaría en el papel de Alfredo. Algo
difícil de comprender, teniendo en cuenta que en Valencia existen médicos y
buenos anti-inflamatorios… pero captamos rápidamente la idea de que el tenor actuaria con
cierta rigidez del cuello.
Comenzó el primer acto. Nada sorprendente… la presentación
minimalista, casi surrealista de Decker. No era ninguna novedad para los que pretendemos que nos gusta la
ópera y estamos dispuestos a todo tipo de concesiones. Algunos podemos
considerar que esta presentación es de mal gusto o vulgar, ofensiva y cruel con
la mujer en general, lejos de cualquier realidad, etc., pero si somos algo más
tolerantes (para hacer coro común con las masas…) aceptamos que es una
presentación moderna, con mucho simbolismo...y muy, muy barata, acorde a nuestra actual crisis económica y de valores. A cambio,
imaginamos que tenemos el derecho de
ver y escuchar ópera bien interpretada. Hoy, cuando está tan de moda aceptar y
tolerar los múltiples intentos para alcanzar la originalidad, ni la opera se ha
salvado. Además, desde hace mucho tiempo, ir a la opera tiene que ver más con
la posición económica, política o social, de como con el nivel de cultura o con
cierta sensibilidad.
Cuando se trata de un espectáculo con intérpretes al inicio
de sus carreras, se dispone de mucha tolerancia por parte del público y se tiene
la esperanza de encontrar alguna sorprendente estrella que inicia su ascensión.
También, puede presentarse algún
incidente imprevisto, pero nunca se está preparado para lo que ocurrió anoche.
En este primer acto, sorprendía la acústica distorsionada.
Difícil de saber si era por la magnitud de la sala que podía resultar inapropiada para este tipo de
audiciones o por los aparatos que amplificaban y transmitían el sonido o por la
mala calidad de las voces de los interpretes
o… la suma de todos esto factores.
La soprano parecía no dar la talla del personaje que se supone que
interpretaba. Físicamente, no lograba transmitir
lo que interpretaba, pero lo intentaba…
Su voz, en este tipo de escenario, tampoco le ayudaba; su tono se bajaba mucho al cantar de espaldas al
público. Hacia lo que podía… era la protagonista y creo que todos estábamos dispuestos a
aceptarla. No vivimos en un mundo de exigencias y tampoco Valencia es el escenario
de la mejor opera. Nos contentamos con poco…
Al aparecer el tenor, otra sorpresa: un joven con voz apagada y sin muchas ganas de cantar. Pero como el espectador sigue con
su estúpido optimismo, piensa que una vez en el escenario, frente a nuestras
caras ávidas de disfrutar del espectáculo, el principiante tenor toma impulso,
se mete en su personaje y nos convence
que es Alfredo. No ocurrió este fenómeno y su personaje pasó casi sin importancia de este acto.
Terminó el primer acto sin muchos aplausos pero no termino
con el entusiasmo y las esperanzas del público. Después de un largo
descanso, donde algunos aprovecharon
para tomarse fotos con aquel escenario casi vacío, el público volvió para el
segundo acto.
Apareció Zubin Mehta,
quien desde 2005 es el director titular del Palacio de las Artes Reina Sofía en
la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, el orgullo de Valencia…
Aplausos y ovaciones, como debe ser para
un veterano de la opera como él. Probablemente, muchos de los que asistimos a
esta presentación inconscientemente pensamos que tan famoso director, no puede
participar sino en un buen espectáculo.
Empezó el segundo acto con la escena bien conocida de la
presentación minimalista de Decker, que supuestamente simboliza el ambiente de una villa de las afueras de
París, donde la pareja vive su amor, en armonía con la naturaleza. Telas
estampadas con motivos florales y nuestra imaginación… lo suficiente. Vivimos
en el siglo XXI y gran parte de nuestras vivencias tienen que ver más con la imaginación de como
con la realidad.
Los protagonistas, con ropa ligera, lo normal en nuestros
días, intentan ser simpáticos y graciosos, jugueteando y cantando. La soprano
parece bastante animada, nos hacen reír e incluso, en algún momento, acompaña al tenor con gesticulaciones y una divertida mímica.
Seguramente, no imaginaba que más tarde,
un nuevo Alfredo haría el papel
de mimo, pero en serio. Ni sus voces, ni la acústica general mejoraron pero los del público ya habíamos asumido la realidad. Aparece, Giorgio Germont; probablemente es el
barítono Simone Piazzola . Hace una buena interpretación lo que genera una
nueva esperanza para el publico,la de que el espectáculo pueda mejorar pero al volver Alfredo,
todo cambia. La actuación impersonal del tenor, su nerviosismo y su falta de
concentración indicaba que algo anormal estaba pasando. Afortunadamente, la
representación se interrumpió y nos quedamos desconcertados, a la espera.
Esperamos unos 20 minutos, el público parecía alterado, se emitió algún
silbido, el famoso director musical, Zubin Mehta había desaparecido.... Finalmente,
por megafonía se informó que el tenor no podía continuar. En un primer momento
se piensa que existe otro tenor, el cover, quien va a seguir en el papel de Alfredo o si no lo
hay, se suspende la función. No fue así. A alguien se le ocurrió una idea
increíble….
El tenor austriaco Nikolai Schukoff sustituiria a Ivan Magrì
en el papel de Alfredo, pero sin actuar. Difícil de entender… pero el espectáculo siguió. Schukoff cantaba
desde un atril ubicado en un extremo del escenario, mientras que un coreógrafo,
en el escenario, era la representación física de Alfredo. Más en concreto: el personaje de
Alfredo lo representaban dos: uno que cantaba en un lado del escenario y otro
sin voz, haciendo pantomima.
Aquí terminó mi asistencia a este espectáculo.
Debía salir por dignidad, por respeto con el mundo del arte, por respeto con la
ciudad donde vivo. Valencia no se merece algo asi!
Antes de salir, miré hacia atrás
donde había muchas personas sonriendo. No sabía si era una sonrisa de sorpresa,
de impotencia, de estupidez o de máxima tolerancia. Pensé que no les permitirían que les presentasen un
semejante espectáculo, esta ridícula parodia, que no se dejarían engañar ni
estafar por el atrevimiento y los intereses personales de algunos. Pero no fue así. Me quedé un rato
más, fuera del Palau, sentada en la escalera donde estaban esperando los coches con conductor de aquellas
importantísimas personalidades que
siguieron en la “La Traviata”. Me preguntaba si lo sucedido allá adentro es la rendición
colectiva e incondicional frente a los gustos impuestos por el oportunismo comercial o además, indica
que la aceptación de la mediocridad, generada por intereses individuales, se
impone como una obligación más, en la sociedad actual.
Salieron
algunas personas más, pocas, con el silencio de la desilusión, pero la mayoría
se quedaron. Porque? Probablemente, algunos se quedaron por curiosidad, otros por
comodidad o por los euros que habían pagado… no lo sé, pero no quiero
aceptar la idea de que todos ellos
consideran que esto es un espectáculo de ópera o que así es la ópera en
Valencia.
Según la prensa de hoy,
en el estreno de la temporada de anoche,
la intendente del Palau de les Arts, Helga Schmidt, y el equipo de
producción contaban con un tenor valenciano que conocía el papel y estaba
presente, pero se optó por reemplazar al tenor indispuesto con“ el tenor austriaco Nikolai Schukoff, a
quien el director de orquesta Zubin Mehta sí conoce por estar ensayando para la
representación de La valquiria”
Además, se menciona
que entre el público se encontraba el presidente de la Generalitat y muchos
otras personas importantes del mundo de la política y de la cultura valenciana.
Parece que no es el primer incidente en la corta historia del Palacio de las Artes
Reina Sofía...
Además, parece que lo de anoche no tiene gran importancia...
Como diría Blasco Ibañez
Arroz y tartana, casaca a la moda y que ruede la bola a la
valenciana.
Aparecieron algunas fotos de La Traviata con Alfre2 que se presentó el 19 de octubre 2013 en el Palau de les Arts de Valencia. Adiciono esta imagen para ilustrar el comentario de este post